La Gruñona AMARGADA DE TURNO


Dicen las malas lenguas que trás opositar y conseguir su preciada plaza, murió un día "trabajando". Esa mañana salió a desayunar. Unos dicen que dos, otros que tres, y otros que hasta cuatro veces, el caso es que la ingesta repetida de cafelitos y tostadas de jamón con tomate la llevaron a una muerte agónica y lenta. De ahí esa figura aberrante y desagradable.
LA AMARGADA DE TURNO. Quién no ha arreglado un papel importante para su vida: a la cola del paro, a averiguar algún trámite derivado de una dolencia o enfermedad grave, a pedir simplemente información... y se ha encontrado con esta figura, que se limita a gruñir, complicarnos la vida para no complicarsela ella, pedirnos papeles que luego resulta que no hacían falta, quejarse en voz alta de lo desinformados y torpes que somos, informarnos de la suerte que tenemos de no estar trabajando en su puesto de FUNCIONARIA. Pues si es ella, y como este alma en pena hay cientos de Amargados de turno que directamente desde el Inframundo vienen a las entidades públicas y en muchos casos a las entidades bancarias a torturarnos y amargarnos el día.
Dedicada a todos aquellos funcionarios que creen que el sistema público esta hecho para sus ombligos.

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